YO SOY LÍBANO (PARTE 11)

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LOS DRUZOS
Tomado del libro del mismo nombre, de
ANTONIO TRABULSE KAIM (+)

 

Tanto en los textos bíblicos, como en las crónicas históricas antiguas y en los textos tradicionales de muchos países, YO, Líbano, soy descrito como una cadena montañosa con su bosque de Cedros. Fue hasta el Siglo XIX cuando se puntualizó mi significación y lo que abarca mi nombre actual como República.

Mi montaña estaba poblada y muchos de que allí vivían, escuchaban los llamados de la religión Druza, en cada cierto tiempo acepta nuevos integrantes. El último llamado fue en el 1017. El Vocablo DRUZO, Derze, proviene del pensador Muhamad Ben Ismail Al Darazi, secretario del Sexto califa fatimíta del El Cairo, Al Hakim Biamr Alláh (977-1021). Los druzos se auto llamaron unitarios y, en la base de su fe hay creencias del sufismo. Tienen raíces musulmanas pero en sus convicciones difieren en temas importantes como la monogamia, las concepciones y relación con la mujer, su libro sagrado no es El Corán sino Al Hikme, (la Sabiduría), las leyes testamentarias, etc. Ellos se consideran árabes.

La palabra druzo (en árabe derze) proviene del pensador persa Muhamad Ben Ismail al Darazi, secretario del Sexto Califa Fatimita de el Cairo, Al Hakim Bicimir Alláh (977-1021). Ben Ismail envió a Nachatakin Al Rarazi y tuvo seguidores, pero luego de un tiempo los Druzos impugnaron sus enseñanzas y las tildaron de escandalosas. Los unitarios, Al Tawhid, o sea gente de un solo Dios que reencarnaba en los hombres cuidadosamente seleccionados, de los cuales  el tronco sería el califa Al Hakim Biamar. Explica la rencarnación, Al Taqammus, como el renacimiento múltiple del alma. La ley divina de la rencarnación nace del concepto que el alma de cada ser humano está en continua evolución en busca de su perfección y una sola generación no es suficiente para ello. (Riad: los Druzos y el drucismo, Ediciones Delforn, S. A.; Venezuela pp 77-78) dicen que Dios encarnó más de diez veces la que realizó en el califa Al Hakim Biamar Alláh es la perfecta. A los once años tomó el cargo de califa y continuó por 18 más hasta morir por un complot de sus enemigos. Los druzos dudan de tal muerte y creen desapareció para volver el día elegido con su aureola de gloria. Los persiguieron en Egipto, país donde fueron expulsados o matados. Por ello no hablan de su fe abiertamente. Su doctrinario fue el sabio Shiakh Hamza Al Labbad Al Zouzni.

Las siete normas de la fe druza son: 1.- La verdad, piedra angular de la conducta y el valor personal, que conlleva tres prohibiciones principales: a) No robar, b) no matar, c) no cometer adulterio. 2.- Ayuda mutua a los hermanos del “Tawhid”, los unitarios. 3.- Rechazo de ídolos; imágenes y piedras sagradas. 4.- No divulgar el secreto del “Maula”, el Señor. 5.- Creer en el Dios único siendo grave pecado el atribuirle algo de humano. 6.- Rendirse a la voluntad de Dios en el bien y en el mal. 7.- Perdonar, ser piadoso y practicar la caridad.

En sus enseñanzas los textos tienen un sentido íntimo diferente al de sus emociones visibles, reservado a los ulema superiores y las considera como una ciencia profunda. Hay un mandato implícito de defensa de la tierra que habitan y a la que deben preservar de dominios extranjeros. Esto ha creado el hecho de que deban enrolarse en los ejércitos de  los países donde habitan. Hay un millón de druzos que viven en Líbano, Siria, Jordania, Egipto y Palestina-Israel, o en países no árabes como Canadá, Estados Unidos, México, Venezuela, Brasil, Argentina, Australia y parte de Europa en los que se adaptaron socialmente.