CINE LIBANÉS. YERBO BI 3EZKON: MATERNIDAD NUEVA Y VETERANA.

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Cine Libanés.
YERBO BI 3EZKON:
MATERNIDAD NUEVA Y VETERANA.
 
Por: Dida Sáab.

 

Hagamos un receso de la situación actual del Líbano, y hablemos del Séptimo Arte.

 

Hace unas semanas decidí entrar a una sala de cine ya que mi amigo Luis De La Fuente Abdala organizó un zoom con los productores de la película YERBO BI 3EZKON (C-Section), y quise verla antes de dicha reunión.

 

A pesar de las congestionadas fechas de fin de año, había un buen número de espectadores. Es bueno saber que, tratando de hacer a un lado el desastre programado al que nos tiene sometido el gobierno libanés, la gente hace un esfuerzo por olvidar esta tragedia renovada a la que estamos inmersos. Vale decir que esta producción esperó mucho para ser estrenada, ya que múltiples factores locales y mundiales impidieron su estreno en el tiempo previsto. El tiempo al fin llegó, y allí estábamos.

 

Sin calibrar mis expectativas, tomé asiento y comenzó la proyección. Son esas las sorpresas que aprecias y agradeces. Esta película nos saca en un segundo del Líbano de mafias, tenebroso y oscuro, y nos coloca en el Líbano real, lleno de luz, ingenio, talento, costumbres, respeto, familia, valores, tradiciones, ese Líbano posible, tangible, al que queremos volver a colocar en primer plano.

 

Comencemos con lo que menos me gustó, y es la traducción del título. Alguna razón debe haber para que YERBO BI 3EZKON termine llegando como C-SECTION o CESÁREA a las salas de cine fuera de Líbano. Será porque soy una apasionada del significado de los dichos y refranes de este país. YERBO BI 3EZKON es un deseo que se le transmite a los padres de un recién nacido, en el que se les augura que esta nueva criatura crezca en la “riqueza” de la familia; en la riqueza de valores, principios, en la riqueza moral que los padres puedan darle. Es probable que esta expresión no se pueda reducir a pocas palabras, así que, de esta forma, llega a las salas de cine como “Cesárea “.

 

En pocos minutos la trama nos envuelve. Dos mujeres llegan a dar a luz al mismo hospital, y empiezan a desarrollarse las circunstancias de cada una, con sus respectivos esposos y los familiares y amigos. El director del hospital, un Doctor Armenio apasionado de Charles Aznavour, entra directamente en la problemática de ambas parejas y sus reveses. Charles Aznavour, con toda su majestuosidad, con toda la paz que transmite en sus melodías, se hace presente. Mucho más que un homenaje, su inclusión en el desarrollo y solución a lo planteado en esta película ha sido uno de los grandes aciertos, ya que da para muchas lecturas.

Una trama original y nada complicada nos hace recorrer los pasillos del hospital, viviendo la historia de cada uno. El papel de la maternidad en todos sus aspectos es quizás, en mi humilde concepto, el gran sentido de esta película. Maternidad recién estrenada, y maternidad veterana. La maternidad será la responsable de dar nuevos y correctos sentidos a los conflictos. La maternidad en su pleno significado es, en mi opinión, la gran protagonista de esta obra.

De forma asertiva y clara, muchos elementos de la cultura libanesa se engranan perfectamente. Son problemas que pueden encontrarse en todas partes del mundo: diferencias económicas y sociales, religiosas… pero que en este entorno se tratan con soluciones, refranes, acciones y hasta sentido del humor libanés.

 

Las magistrales actuaciones merecen especial atención. Todos actores consagrados, pertenecientes a la mejor categoría en el medio, están perfectamente escogidos para sus personajes. La iluminación, el sonido, los paisajes, todo estupendamente bien encajado, en un esquema sencillo, asertivo y sin desperdicio. No falta ni sobra ninguna escena, expresión facial o frase.

 

Del Líbano en los últimos tiempos ha sido difícil que salgan buenas noticias. Debo confesar que durante mucho tiempo fui crítica de la visión del país que se exportaba a través del cine. Sí, muchas películas muy buenas, con mensajes maravillosos y actuaciones magistrales. Innegable. Pero siempre me preguntaba por qué no proyectar el Líbano normal, moderno, el que no está en guerra, el que no refleja un concepto divisionista, en fin, el Líbano de la gente que todos los días vive situaciones cotidianas. Pues bien, YERBO BI 3EZKON es una (por supuesto, no es la única) película así. YERBO BI 3EZKON es una ventana más para conocer aspectos hermosos de Líbano, pero es una ventana completamente transparente y pulcra, sin ningún elemento que impida una visión completamente clara y refrescante.

 

Fue muy buena la sensación de terminar el año con la seguridad de que estos jóvenes profesionales, en diferentes campos, saltan todos los obstáculos (y miren que los hay) para hacer lo que les gusta y saben hacer muy bien. En cuanto se encuentren con la oportunidad de verla, no lo duden. Pasarán un estupendo rato, y agradecerán que existan manzanas “de la concordia” en la naturaleza…y en el hospital en el que tres nuevas criaturas llegan al mundo.

 

Un reconocimiento especial a todo el equipo que trabajó en este proyecto, en especial a los productores Isaac Fahed y Sam Lahoud, quienes, además de ser profesionales talentosos, desbordan sencillez, claridad, honestidad y simpatía, una frescura diferente que vemos en esta nueva generación que sabe cómo mostrar lo que Líbano puede llegar a ser.