DESPEDIDA

HENRI KRONFLE
(Poeta ecuatoriano-mexicano)

Cinco letras son muy pocas

Para decir lo que quiero,

Para aprisionar un mundo

De añoranzas y de anhelos,

De intenciones y de entrega,

De iincógnitas en el tiempo.

Por eso no digo: adiós;

Tan sólo digo: hasta luego,

Madurado en gratitud,

Bajo este cielo de Olmedo.

Ya ha quedado muy atrás

La mitad de mi sendero.

Yo que soy atardecer

Y que soy  brasa en el tiempo,

Seré noche en la distancia

Y ceniza en el recuerdo.

Pero optimista he de ser

Aunque me invada Vallejo

Con los golpes de la vida

De aquellos Heraldos Negros.

Y pleno de gratitud

De corazón agradezco:

Al camino recorrido

A mi patria que es mi aliento,

A la ciencia, a la cultura,

Y en ellas a mis Fraternos;

A los libros que se quedan,

A los amigos que tengo

Y aun a mis enemigos,

Que a todos ellos les debo

El coraje de empinarme

Para alcanzar lo que quiero.

¡Porta un arma de ideales

¡El cinto de mis esmeros!

A mis hermanos de sangre.

¿Quién dijo que quedan lejos?

Ausente estará la ausencia

Porque los llevaré dentro.

Y a Dios gracias por el don

De permitirme hacer versos.

Al despedirme yo pido

Perdón por mis desaciertos,

Porque quizá más que nadie

He sido de carne y hueso.

La hermandad y la esperanza

Señalan mi derrotero.

Ausente estará la ausencia

Porque llevaré en el pecho

A este Ecuador del café,

Del cacao y del guineo,

De mares y de montañas

de cielo azul y oro negro,

De pintores y poetas,

De músicos y maestros.

Dejo una deuda de amor

Dejando el cielo de Olmedo

Que en el azul se confunde

Con otro para mí nuevo:

El de Guerrero, el de Hidalgo,

De Allende y de Morelos.

No habrá línea ecuatorial

Que divida en hemisferios

Mi amoroso corazón.

¡Conmigo Ecuador y México!