FILANTROPIA PURA

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FRANCISCO HENARO PAYÁN

 

Acababa de terminar mi preparatoria en la no. 5, ubicada en Calzada del Hueso, en el área suburbana de Coapa, en la Alcaldía Tlalpan, en 1960 y me disponía a iniciar en 1961, mi carrera de contador público en la UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. Cambio total dejando a compañeros de la prepa que se fueron a estudiar otras carreras tanto en la UNAM como en el POLITÉCNICO NACIONAL, y otros.

 

Llegué a CIUDAD UNIVERSITARIA que había sido inaugurada el 20 de noviembre de 1952 por el presidente Miguel Alemán, siendo un nuevo concepto de universidad horizontal adornado con murales de Juan O’ Gorman, Rufino Tamayo, y Diego Rivera, entre otros.

 

En esos años sucedían acontecimientos importantes como la realización del primer vuelo espacial tripulado, realizado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el día 12 de abril de 1961 y otro hecho de suma importancia, el día 13 de agosto de ese mismo año se empieza a levantar el triste célebre muro de Berlín, que dividiría a Alemania. Siendo la parte occidental, controlada por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Mientras que la parte oriental, sería controlada por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

 

Los regímenes eran totalmente opuestos. La Alemania occidental con un libre mercado, respeto a instituciones, etc.; en la Alemania oriental centralización de la economía regida por Estado y control absoluto del mismo en la vida de todos los ciudadanos, cero libertad.

No cabe duda que el mundo estaba cambiando a gran velocidad pero lo importante para mi, era mi ingreso en la universidad para iniciar mi preparación profesional, recuerdo que el primer día de clase hice amistad con Carlos Gutiérrez Arreola que venía a estudiar de Tepic, Nayarit y más tarde con Eduardo Pérez Solorio de Uruapan, Michoacán, a Alfredo Harp Helú de la Ciudad de México, lo conocería también ese mismo tiempo, cuando Carlos me dijo si les podía dar “aventón” al regreso de CIUDAD UNIVERSITARIA. Accedí con gusto ya que todos vivíamos en el sur y así estuvimos un buen tiempo, hasta que Alfredo se compró su Pontiac 1952, con su buen radio y lo ponía siempre en La Charrita del cuadrante y yo le decía que era “el árabe”(tiempo después supe que era libanés) más “majacano” que conocía.

 

En el transcurso de la carrera tuve más amigos como Luis Domínguez y Carlos Osuna; Alfredo nos invitaba a estudiar en su casa en las calles de Medellín, donde su mamá doña Suhad y sus hijas Suhad y Linda nos obsequiaban café árabe con galletitas y el exquisito jocoque. Los años de la carrera pasaron volando y así terminamos la carrera pero nuestra amistad continuó hasta la fecha . Alfredo después de haber trabajado en la fábrica de hilos de su tío, haber sido auditor en Price Waterhouse comenzó a trabajar en Inbursa con su primo Carlos Slim, lugar donde conoció a Roberto Hernández “su socio de toda la vida” como suele decir Alfredo, trabajando ahí planearon tener su propio negocio y de luego surgió Acciones y Valores, Casa de Bolsa donde tuvieron un gran éxito y más tarde los catapultó a comprar al Banco Nacional de México, pero siendo como es Alfredo, no le bastaba haber triunfado financieramente. Tenía que hacer algo para ayudar a mucha gente que tenía grandes y pequeños problemas, así como a la sociedad en general, ya que siempre sucede que el Estado no tiene recursos suficientes para todo lo que necesita la población, drenaje, carreteras, etc., pero sobre todo salud y educación .

 

Alfredo es de formación Lasallista desde primaria y hasta preparatoria fue becado por La Salle y en la UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, nos becaron a todos ya que se pagaba anualmente $200.00 MXN. En reciprocidad, Alfredo apoyó a la UNIVERSIDAD LA SALLE comprando inmuebles para su ampliación, pero lo más impresionante lo hizo en Oaxaca, ayudando a construir las instalaciones de la UNIVERSIDAD LA SALLE DE OAXACA, para que pudiera funcionar desde prenatal, kinder, primaria, secundaria, preparatoria y finalmente licenciaturas. Acción que se tradujo en oxígeno y progreso, para una tierra tan olvidada y dejada a la mano de DIOS.

 

A Oaxaca también la ha recompensado con reconstrucción y mantenimiento de bibliotecas, de órganos barrocos -entre ellos el de la catedral de Oaxaca- , organización de eventos culturales de música clásica y folclórica, con la creación del Museo del Timbre -donando la colección de timbres que había logrado a través de muchos años, y también con la creación del Museo Textil de Oaxaca -donde se exponen textiles de regionales demostrando la habilidad y arte de los artesanos oaxaqueños.

 

Aun después de todo esto, a Alfredo le quedaba una tarea pendiente: había que fomentar el deporte en Oaxaca y siendo un fanático del beisbol, fundó en el año de 2004 La Academia de Beisbol de “Alto Rendimiento”, para aprovechar a jóvenes talentosos entre 14 y 17 años.

 

Lo interesante de esta Academia es que se les da a los jóvenes alojamiento, alimentación, preparación física de gimnasio con clases teóricas de beisbol y prácticas en el campo y lo que creo que es sumamente importante, el estudio en paralelo para tener una carrera. Así, si se falla en el beisbol, poder vivir dignamente de la carrera.

 

Algo importante, es que, tanto en esta Academia como en el equipo de los Diablos Rojos, ya hay un sucesor. Su hijo Santiago Harp Grañén, es la sangre joven designada para seguir con este proyecto y engrandecerlo.

 

Si bien todo lo anterior habla por sí sólo, la creación de La Fundación ALFREDO HARP HELÚ es colosal. Abarca educación, salud, apoyo a artesanos, desastres naturales, y ayuda a instituciones como la Cruz Roja, a la cual se le han donado una buena cantidad de ambulancias y equipo médico.

 

La Fundación ALFREDO HARP HELÚ está dividida en Fundación ALFREDO  HARP HELÚ dirigida por su hija, Sissi Harp Calderoni y apoyada por su hermano Charbel Harp Calderoni, y la fundación ALFREDO HARP HELÚ OAXACA, a cargo de María Isabel Grañén Porrúa, esposa de Alfredo, donde se impulsan proyectos para beneficio de la comunidad, mejorando así su calidad de vida, asimilando la cultura como en la biblioteca de investigación Juan de Córdova, la biblioteca Jorge Luis Borges para invidentes, y BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, donde los niños aprenden jugando. En fin…  ¿Qué no ha hecho Alfredo por su querida Oaxaca?

 

Aquí en la Ciudad de México, apoya a muchas instituciones entre ellas al Instituto Nacional de Nutrición, institución que ayuda enormemente a la población como respuesta especializada a las necesidades de salud de la población en materia de nutrición y medicina interna.

 

Comentamos anteriormente que estamos en deuda con la Universidad Nacional Autónoma de México, ya que la cuota anual es de $ 200.00 por eso es que Alfredo Harpr Helú, ayuda a nuestra máxima Casa de Estudios cada año, con fuertes cantidades para a la vez ayudar a los estudiantes y no interrumpan sus estudios, por razones económicas.

Debido a todo lo comentado anteriormente y muchísimas acciones filantrópicas más, digo que, mi amigo, ALFREDO HARP HELÚ es FILANTROPIA PURA.