(Poema)
Tony Trabulse
Yo soy Líbano
y te ruego no me ames con palabras.
Sin palabras…¡ámame profundamente!
No lleves mi cedro solo en el cuello…¡Llévalo en tu corazón!
No me aceptes fragmentado…
Abrázame en mi apasionante diversidad.
No escuches a los acomodaticios, oportunistas y demagogos
Que utilizan mi nombre para su protagonismo,
Pues ellos me han desangrado con su egoísmo sectario.
Rechaza a los comerciantes del libanismo
Que venden engaño por centavos
Y acércate a quienes por mi, de mi y para mi,
Desean regar mis jacintos.
No me ames en tus discursos.
Sin palabras…¡ámame profundamente!
¡YO SOY LÍBANO!
El que enamora poetas, el dio luz a Gibrán…
El de la veloz gacela, y el de la sacra Montaña.
El de la estera en el cielo con luceros que nos dan
El sentimiento que ríe, que llora, y que también, extraña.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque creo en el alfabeto más que en el brillo del oro
Y en que la letra es el arma para una culta nación.
Porque la palabra escrita, con dialéctica y decoro,
Conquista hombres y pueblos con lírica inspiración.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque mil dificultades, como aguas turbulentas,
No empequeñecen mi audacia al hacer la travesía.
Me inspiró el hijo fenicio, que vencía las violentas
Olas terribles de entonces y que al mar conquistaría.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque camino el sendero de mi estirpe milenaria,
Sin banales actitudes que dan la oportunidad
De ocupar cargos fugaces, motivado por la ordinaria
Vitrina de vacuidades que asesinan la amistad.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque mi playa acaricia la quimera del presente.
Porque hasta cumbres nevadas escala mi raciocinio.
Porque mis ríos transportan, en su caudal transparente,
Esa inspiración fraterna, que en mi pueblo es predominio.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque mi amor por natura, por sus flores y sus vientos,
Me convierte en poderosos, con gran sensibilidad.
Porque el opulento ignora que en el firmamento hermoso,
Se encuentra aquello, que al Hombre coloca en la eternidad.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque tengo compañera que da a mi vida un sentido,
Somos mar, somos montaña, somos alma libanesa.
Realidades e ilusiones, en soñador cometido
que construye todo un pueblo, una sola fortaleza.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque amo la ciencia, el arte, la educación, la cultura
Y todo aquello que eleve al espíritu en su esencia.
Rechazo las vanidades, disfraces de vida oscura,
Porque nunca nos conducen a una superior sapiencia.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque anhelo que mis hijos den buen tiempo a la lectura,
Incremento de su acervo, anhelo de aprendizaje.
Y si tienen dos dinares…¡compren uno de cultura
¡Y otro den al maestro que les enseñó el lenguaje!
¡YO SOY LÍBANO!
Porque doy el testimonio que reconoce valía
Al hermano que la tiene, sin envidia o mezquindad,
Porque exalto el buen trabajo, sin dentera ni porfía.
Reconociendo los logros del prójimo, con verdad.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque doy valor al bardo que canta fuera del Templo.
Porque admiro y agradezco a quien el campo trabaja.
Al que nunca busca el oro en metal, sino en ejemplo,
Conducta que hereda estampa cuando llega la morataja.
¡YO SOY LÍBANO!
Porque creo en el ser honesto, en el bueno, en el amigo,
En aquellos que nacieron a imagen y semejanza.
Porque doy en mi alimento, además de miel y trigo,
¡Las semillas de concordia que nos hermanan a ultranza!
¡YO SOY LÍBANO!
Porque “La tierra es mi Patria y mi Tribu, los humanos”
Porque venero al Maestro, que es la fuente de enseñanza.
Porque mi Escuela es Santuario donde al crecer hermanamos,
Al sabio con el ignaro, en idearios de confianza.