YO SOY LÍBANO (PARTE 8)

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LA IGLESIA ORTODOXA DE ANTIOQIA

DEL LIBRO “YO SOY LÍBANO”
AUTOR ANTONIO TRABULSE KAIM (+)

 

Según el texto Historia de la Iglesia, de Stephen H. R. Upson, Ph. D; traducidos por Lilián Farah Martínez, parte de la serie que la Comunidad Ortodoxa Antioquena de México publicó en ediciones cuidadas por el Ing. Jorge Nacif Karam y por el Sr. Arturo Kanahuati y revisada por el Excmo. Arzobispo Metropolitano, Mons. Antonio Chedraoui Tanous, (+) el origen de la iglesia ortodoxa está en los principios mismos del cristianismo, más que otras conserva las tradiciones de los sitios donde la religión de Jesús fue inicialmente predicada (Cap 1.2, pag. 2) más adelante, en el capítulo XIII pág. 65, el libro señala que tanto la Iglesia Oriental Ortodoxa como la Iglesia Católica Romana, reclaman ser la iglesia verdadera de Cristo. Las fuerzas que finalmente separaron a una de la otra, tuvieron causas profundas que se fueron dando durante varios siglos. Resumiéndolas, fueron las siguientes:

a) Las antiguas afinidades raciales entre los griegos y los latinos fueron gradualmente alteradas en el pasar de los siglos. La cultura de Constantinopla se volvió más oriental y, en el mundo occidental, la influencia de germana se volvió más fuerte cada año.

b) El idioma de la iglesia en sus principios fue el arameo y después el griego, aún permaneciendo Roma. Durante los siglos I y II, la cristiandad latina se comenzó a desarrollar por si sola con su propio idioma.

c) El Emperador romano Cayo Aurelio Valerio Dioclesiano Augusto, transfirió la administración del imperio de Roma más allá del Mar Adriático, a Nicomedia; Constantino I el Grande, la llevó más al Este a la Ciudad de Constantinopla. Las distancias causaron también separación espiritual y diferentes dependencias.

d) Las primeras iglesias cristianas crecieron en grandes ciudades: Roma, Alejandría y Antioquia. La riqueza y el tamaño de estos grupos urbanos les dieron importancia. Constantinopla creció en el poder, hubo desavenencias entre los obispos y, en la epifanía del año 858, el Patriarca Ignacio rehusó admitir al César Bizantino Bardas. Ignacio fue destituido y desterrado el 23 de noviembre de 858 e inició el Cisma. Hubo otros sucesos desafortunados y la separación eclesiástica total.

En los 300 años iniciales del cristianismo, el rito de la iglesia era intuitivo, tomando ciertos pasajes de la Última Cena. En el S. IV, las costumbres se materializaron en cuatro liturgias: La Antioqueña o Griega, que es la que nos cupa en estas líneas, la Alejandrina, la Romana y la Gálica, de las que han derivado todas las demás.
En la unidad de la Iglesia, antes del cisma, la Iglesia Ortodoxa Antioquena, era un patriarcado de 15 provincias eclesiásticas y 220 diócesis, que se extendía del Éufrates al Nilo. Se derrumbó por culpa de las herejías arrianas y nestorianas. Un amplio sector que pasó al monofisismo, que se originó en las polémicas cristológicas en Oriente del S.V, resultados de la posición ortodoxa que surgió del 2º. Concilio Ecuménico celebrado en Constantinopla en 381 y que sostuvo la igualdad entre el Padre y el Hijo, rechazando las decisiones de Calcedonia. La zona de Siria se unió a Constantinopla en su separación de Roma, en 1054.

En el Siglo XIX los turcos persistieron en la persecución religiosa provocando que el patriarcado quedara fragmentado: 300,000 fieles repartidos entre Siria, Líbano y Turquía y otros 175000 en el resto del mundo. El grupo antioqueno de liturgia posee la colección de las constituciones apostólicas en desuso; las Siria de Santiago, la Jacobita y otras d rito oriental sirio; la griega de Santiago aplicada en Jerusalén; la Siria maronita; la siria nestoriana; la malabar (de Santo Tomás de Indias); la bizantina; en varios idiomas por las iglesias ortodoxas, y la de los armenios. La Iglesia Ortodoxa de Antioquia depende de su patriarca, que actualmente (2012), es S.B. Ignacio IV Hazim.