Miguel (Melhem) Zacarías Nogaim, hijo del Sheikh Elías Zacarías y de Doña María Nogaim de Zacarías nació en la Ciudad de México, en ese tiempo conocido mundialmente como LA CIUDAD DE LOS PALACIOS, el 19 de Marzo de 1905.
Desde muy pequeño aprendió a hablar, a leer ya escribir en español, francés, inglés y árabe como su lengua materna, y fue de los primeros alumnos del Colegio Franco Inglés. Y esa facilidad para aprender idiomas lo llevó a dominar el portugués en su visita a Brasil; el italiano, el griego y el latín con sus estudios para leer directamente en la lengua original a Dante ya los clásicos y consiguió aprender alemán y griego moderno, después de cumplir 80 años.
Sus viajes de joven le encendieron el deseo de dar a conocer la música, los bailes, las fiestas y la riqueza cultural de México para divulgarla en todo el mundo, empezando por los países de habla hispana. Por suión para escribir desde muy joven quería dedicarse al teatro y se relacionó con los mejores escritores de su época que se convirtieron en amigos de por vida.
Pero la floreciente Industria del Cine que empezaba a llegar a México lo convenció de ir a la Universidad de Columbia en Nueva York a estudiar, en tan solo un año, todos los aspectos fundamentales para hacer CINE. Ahora hay una placa conmemorativa en esa Universidad de Estados Unidos con el nombre de Miguel Zacarías como pionero del Cine de Oro Mexicano, entre las de los otros premios internacionales y mundiales de sus egresados.
Y su primera película escrita y dirigida por él fue SOBRE LAS OLAS, para reivindicar el nombre de Juventino Rosas como autor del hermoso vals que tocaban repetidamente en los barcos y salones de fiesta en todo el mundo sin reconocer el talento del músico mexicano.
Lo que lo consagró como Creador de Estrellas fue el lanzamiento de María Félix, al lado de Jorge Negrete y René Cardona en EL PEÑÓN DE LAS ÁNIMAS. Y años más tarde convenció a Pedro Armendáriz al lado de la bella Zully Moreno a protagonizar TIERRA BAJA, basada en un poema sobre Manelik. La inclusión de Estrellitas jóvenes como Marga López, Silvia Pinal, Rosita Arenas y otras damas jóvenes al lado de reconocidos artistas como Libertad Lamarque, Pedro Infante, Elsa Aguirre, Sarita Montiel, Pedro Vargas, Piporro, Lola Flores, Antonio Badú, Carlos López Moctezuma , Ignacio López Tarso, Claudio Brook… y otros actores internacionales.
Contaba él mismo que aprendió a manejar el automóvil de su padre en las tranquilas Calzadas del Bosque de Chapultepec desde los ocho años de edad, porque al chofer que mandaban por él al colegio le gustaba “noviar” en el asiento de atrás. Y su gran sentido del humor hizo que muchas de las experiencias graciosas de su infancia las incluyera en películas como EL DOLOR DE LOS HIJOS que no solamente obtuvieron un importante premio en España, sino que propició el crecimiento de esos niños actores, con Fernando Soler y Sara García que eran un gran ejemplo, y se convirtieron en grandes cineastas.
Siempre consideró que la música y las canciones y el fondo musical era parte importantísima de las películas “como el alma en el cuerpo” y por eso contó con la ayuda y el apoyo de grandes músicos, compositores y cantautores como el maestro Manuel Esperón a quien, silbándole una melodía desentonada de parte de Don Miguel, se convertía en la canción o tema de toda la película, como en ME HE DE COMER ESA TUNA o la versión a color de LO QUE MÁS QUEREMOS de Armando Manzanero. Pero tanto las canciones de Chava Flores como la de José Alfredo Jiménez y la música popular de Latinoamérica le abrió las salas de cine en España y en toda América, así como los bailes folklóricos de Amalia Hernández y el baile de Lola Flores en su primera película a color en SUEÑOS DE ORO.
Cuando logró la aprobación del Vaticano para filmar la trilogía sobre la VIDA DE JESÚS, contó siempre con el apoyo de artistas jóvenes como Antonio Trabulse Kaim para recrear las danzas y el ambiente de Medio Oriente con tanto éxito que se siguen exhibiendo en la actualidad.
Pero a pesar de sus premios y el Ariel de Oro por su trayectoria o la Medalla de Salvador Toscano, le quedó ”la espinita” de varias películas que no pudo realizar: “EL Ángel Sin Cabeza” de Vicky Baum sobre la Independencia de México, “Colibrí en Cautiverio” o la vida secreta de Sor Juana y sobre todo “PUESTA DE SOL” de Rómulo Gallegos.
Dejó la estafeta para hacer esas películas y para seguir regalando cada Año Nuevo los Sonetos Navideños que inició COMO PROMESA a Salvador Novo y que ya no completó a los 101 años un mes y un día el 20 de abril de 2006 en su casa “la Jacura ”De Cuernavaca.
PORQUE NO MUERE UN POETA
MIENTRAS SU PALABRA VIVA.
Como le escribí yo al final de una de las calaveras con las que lo festejábamos cada año.
Mari Zacarías.